Lo que viene para la desaladora más grande de América Latina

La aprobación del estudio de impacto ambiental (EIA) de la planta desaladora Enapac, en la zona norte de Chile, acelerará los procedimientos para obtener los permisos restantes para comenzar la construcción del proyecto de US$500mn, así como las negociaciones con posibles clientes y financistas.

El gerente del proyecto, Rafael Bustos, dijo a BNamericas que uno de los permisos que aún no ha obtenido es la concesión marítima del Ministerio de Defensa para uso del borde costero.

"Se presentó el proyecto de concesión marítima a la comisión regional de uso del borde costero de la Región de Atacama y la comisión aprobó nuestro proyecto. Este es un paso más para que la subsecretaría de Fuerzas Armadas [del Ministerio de Defensa] dé la aprobación definitiva", señaló Bustos, y agregó que el permiso se obtendrá dentro de dos meses como máximo.

"Hay que ver el tema de las servidumbres, acueductos, luz eléctrica, etcétera", indicó el ejecutivo, ya que la mitad del proyecto se ubica en terrenos fiscales. "La solicitud de servidumbre estaba sujeta a la resolución de calificación ambiental [que otorga la aprobación del EIA]".

El consorcio Enapac, formado por Almar Water Solutions y Trends, avanza también en las negociaciones con clientes potenciales en el sector minero. "Ya tenemos cartas de intención firmadas para comprar agua [de compañías mineras]", aseveró Bustos.

Además, el consorcio se encuentra en negociaciones avanzadas para obtener financiamiento para el proyecto, que se espera que se aceleren luego de la aprobación del EIA.

"Hay una segunda etapa que tiene que ver con el financiamiento bancario, esa es una tarea a corto plazo que ya deberíamos empezar a ejecutar", sostuvo el ejecutivo.

El proyecto contempla la construcción de una planta capaz de tratar hasta 2.630l/s de agua de mar, una planta fotovoltaica de 100MW para alimentar la instalación y un tanque con capacidad para 600.000m3 de agua tratada. Se espera que la construcción comience a principios de 2019 y, cuando esté terminada, será la planta de desaladora más grande de América Latina.