Disputa comercial entre EE.UU. y China podría dañar a Sudamérica

Las disputas comerciales entre EE.UU. y China tienen un gran potencial para perjudicar a las naciones sudamericanas, aunque algunos segmentos celebrarán ganancias a corto plazo.

Recientemente, el Gobierno estadounidense impuso aranceles adicionales a las importaciones chinas de acero y aluminio y se enfocó en ciertos productos electrónicos. En respuesta, el gigante asiático aplicó aranceles sobre el vino, la carne de cerdo, la soja y otros.

"Esto todavía no es una guerra comercial, aún estamos en una etapa de retórica", dijo a BNamericas el presidente de la asociación brasileña de exportaciones AEB, José Augusto de Castro.

"Aunque en el corto plazo ciertos sectores pueden ver algunos beneficios, a largo plazo esta disputa, si aumenta, es mala para todos, incluidos los países de Sudamérica, ya que son productores relevantes de commodities", explicó.

En los últimos años, China se convirtió en el socio comercial clave de Sudamérica en medio de su apetito por el mineral de hierro, la soja, el petróleo y otros productos básicos.

Sin embargo, si la disputa comercial se intensifica, la economía de China, que exporta grandes volúmenes a EE.UU., puede sufrir daños y, como efecto colateral, la demanda de commodities podría disminuir en el mediano y largo plazo.

GANANCIAS A CORTO PLAZO

A pesar de la tendencia negativa general, los productores de soja en Sudamérica están viendo ganancias. A nivel mundial, la producción de soja está altamente concentrada, con Brasil, EE.UU., pero también Argentina, como actores dominantes.

China importa alrededor de 100 millones de toneladas (Mt) de soja por año, el 47% de este total de Brasil, el 38% de EE.UU., el 11% de Argentina y el 2% de Uruguay, según BMI Research.

"En el corto plazo, la disputa es positiva para los productores de Brasil ya que los precios de la soja han aumentado en torno al 7% en lo que va del año y hay lugar para apreciarse aún más en los próximos meses", dijo Enilson Nogueira, del grupo local Céleres Consultoria.

Según Nogueira, la producción total de soja de Brasil alcanza este año alrededor de 115Mt, con 70Mt para exportación, de los cuales el 80% se destina a China.

"El principal impacto para los productores brasileños hasta ahora provino de aumentos de precios, no de volúmenes", indicó.

A pesar de ser un jugador relevante, debido a las particularidades de la producción de soja, que demanda mucho tiempo y tierra, Brasil tiene posibilidades limitadas de ocupar el espacio dejado por EE.UU. en el corto plazo. Para asumir una participación importante del comercio estadounidense con China, los productores brasileños necesitan tiempo para cambiar su cultura, y ese cambio depende de los precios altos durante un período más largo.

"Si los precios siguen siendo altos durante un período prolongado, los productores brasileños pueden ampliar la producción. Actualmente, el 3,5% de las tierras de Brasil se utilizan para la producción de soja y, si los precios siguen altos, este espacio puede aumentar mucho más y Brasil puede reemplazar la participación de EE.UU.", dijo a BNamericas el presidente de la asociación de productores de soja Aprosoja, Marcos da Rosa.

Sin embargo, el ejecutivo reconoció la necesidad de más tiempo para medir los impactos relevantes, dado que China ya compró el suministro de soja del próximo año a EE.UU. a través de contratos de futuros.

Pero destacó los efectos negativos generales de las disputas comerciales. "En el fondo, una disputa comercial entre China y EE.UU. es positiva solo para los especuladores, que operan a través de los mercados financieros. Para los productores, la alta volatilidad de los precios no es buena", sostuvo.

Mientras tanto, también se espera que Argentina se beneficie, aunque mucho menos que Brasil debido a una fuerte sequía.

Esta sequía llevará la producción de soja de Argentina a 40Mt con la cosecha actual, por debajo de los 57Mt inicialmente previstas, según Céleres Consultoria.