Brasil: El GNL y el redescubrimiento de las termoeléctricas

La industria eléctrica brasileña sigue de cerca una planta que podría convertirse en la primera termoeléctrica en utilizar gas natural licuado (GNL) que no ha sido importado, regasificado ni transportado originalmente por la energética estatal Petrobras. El proyecto de 1.500MW Porto de Sergipe, ubicado en el noreste del país, podría convertirse en todo un hito para inversionistas y empresas de generación termoeléctrica en el país y presentar la oportunidad de abandonar los combustibles fósiles más contaminantes como el diésel y el carbón.

Marcos Grecco conversa con BNamericas sobre cómo Genpower llevó a cabo el proyecto Porto do Sergipe y por qué decidió vender su participación a Golar Power. También reveló detalles sobre una expansión prevista que incluiría dos centrales más pequeñas que duplicarían la capacidad generadora.

BNamericas: ¿Antes de la planta Porto de Sergipe, qué proyectos había desarrollado Genpower durante sus años en el sector energético brasileño?

Grecco: Genpower ha llevado adelante una serie de proyectos contratados en subastas federales que hoy son proveedores de electricidad de la red brasileña. Antes de introducir la primera planta a GNL a nuestra cartera, desarrollamos unas cuantas termoeléctricas a combustibles fósiles, como Pecém, Arembepe y Suape. Hoy estas pertenecen a otras compañías, porque nuestro foco es el desarrollo de proyectos, no su operación. Genpower también ha ejecutado algunos proyectos de gas y generación en el estado de Maranhão, los cuales fueron vendidos originalmente al grupo MPX y hoy son operados por Eneva.

Paso a paso, nuestro proceso es verificar posibles emplazamientos, ejecutar proyectos, buscar inversiones y, después de aquello, dejarles las fases siguientes, como la construcción y operación, a otros inversionistas. Tenemos íntegramente internalizado aquello en lo que somos buenos, que es buscar los mejores sitios para nuevos proyectos de energía, donde existan condiciones favorables y competitividad tributaria.

BNamericas: ¿Por qué Genpower tomó la decisión de construir una termoeléctrica conectada a una terminal marina de almacenamiento y regasificación, proyecto que solo Petrobras había realizado en Brasil hasta entonces?

Grecco: Después de evaluar las condiciones en diferentes lugares, tomamos la decisión de llevar adelante la iniciativa cerca del puerto en el estado de Sergipe. En el lugar había espacio suficiente para instalar la planta y su infraestructura de transmisión, que incluye 30km de líneas. También había disponibilidad de agua en áreas contiguas, en el océano Atlántico, para el enfriamiento de las turbinas.

BNamericas: Genpower fue uno de los accionistas originales, pero luego vendió su participación a Golar Power, que también está encargada de operar la terminal de almacenamiento y regasificación. ¿La compañía se dio cuenta de que su papel había terminado?

Grecco: Eso fue un proceso natural. Salimos del directorio, pero todavía trabajamos como consultores del proyecto. Genpower desarrolló la obra desde su inicio. Cuando estuvo lista, la termoeléctrica Porto de Sergipe consiguió un contrato en una subasta federal brasileña en 2015. Incorporamos socios capitalistas que después se hicieron cargo del proyecto, EBrasil y Golar Power. En este momento la planta está en construcción y debe estar terminada para enero de 2020. GE se adjudicó recientemente el contrato de ingeniería, procura y construcción.

BNamericas: Genpower también está trabajando en la expansión de esta planta. ¿Cuál es el plan exactamente? ¿La terminal marina de almacenamiento y regasificación será compartida por más de una central?

Grecco: Hay dos plantas incluidas en el proyecto de expansión, la central termoeléctrica Laranjeiras, de 450MW de capacidad, y la central Governador Marcelo Déda, de 950MW. Ambas compartirán la misma instalación regasificadora con Porto do Sergipe. El complejo termoeléctrico tendrá en total 2,9GW de potencia instalada y demandará casi 3 millones de toneladas de GNL al año. Con respecto a la instalación de esas dos plantas nuevas, solo dependerá de la demanda de energía. En mi opinión, cuando Brasil recupere sus niveles normales de crecimiento, solo las centrales a gas natural ofrecerán la confiabilidad que el país necesita.