NUEVO REPORTE: Energía en Perú - Inversionistas atentos a nuevo marco legal ¿Estará el país a la altura?

Perú es una de las economías que mejor desempeño ha mostrado en las últimas décadas en América Latina. Aunque 2019 fue un año de desaceleración debido a una serie de factores —como los bajos precios de las materias primas, el retraso en la construcción de proyectos mineros a causa de problemas sociales y ambientales, la caída de la inversión en infraestructura pública por escándalos de corrupción y problemas climáticos que afectaron la pesca—, el crecimiento llegó el año pasado a 2,4%, muy por encima del 0,1% estimado por la Cepal para América Latina y el Caribe.

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Las proyecciones disponibles son relativamente optimistas, aunque fueron elaboradas antes del brote de coronavirus que podría afectar el desempeño de las exportaciones peruanas durante este año a su mayor mercado, China. En un reporte de enero de 2020, el FMI estimaba que la economía del país iniciará en 2020 una etapa de recuperación. Si bien el FMI subrayaba las amenazas que podrían arrojar sombras sobre este pronóstico —como los problemas de la economía global y la incertidumbre política interna—, también destaca las fortalezas macroeconómicas de Perú —como los bajos niveles de endeudamiento público, un sano nivel de reservas internacionales y un sector financiero robusto— que en parten mitigan esos riesgos.

Parte importante detrás de este optimista panorama es el portafolio de proyectos mineros que acumula Perú. Si bien algunos de estos se han visto retrasados por conflictos sociales y ambientales, las proyecciones son de crecimiento de las inversiones en el sector. Según el Ministerio de Energía y Minas, ya en 2019 se registró un aumento de 25% en la inversión minera respecto al año anterior y se estima que seguirá creciendo en los próximos años, consolidándose por encima de los US$6.000 millones por año.

El crecimiento de la economía peruana, y en especial de un sector como el minero, intensivo en consumo energético, significa un aumento sostenido de la demanda energética. En el sector eléctrico, la fecha mágica es 2023-2024, para cuando “será necesario tener nueva capacidad de generación eficiente para atender la demanda”, según Brendan Oviedo, presidente de la Sociedad Peruana de Energías Renovables (SPR).