Exención fiscal: lo mejor para impulsar inversión en banda ancha - encuesta de BNamericas

La implementación de exenciones fiscales es la mejor forma de estimular las inversiones en servicios de banda ancha, según una encuesta realizada por BNamericas a actores de la industria.

Las exenciones fiscales a las terminales de usuarios finales y subastas de espectro también fueron consideradas iniciativas clave para estimular las inversiones en banda ancha.

La encuesta fue respondida por carriers de primera y segunda línea, proveedores de hardware para redes, proveedores aparte de hardware de redes y actores periféricos, donde distintos segmentos de la empresa discordaron sobre la mejor forma de estimular la inversión en banda ancha.

Los carriers de primera línea creen que las subastas de espectro y las exenciones fiscales a infraestructura de redes fueron las formas más efectivas de estimular la inversión en banda ancha.

En tanto, los carrier de segunda línea indicaron que las exenciones fiscales a las terminales de usuarios finales e infraestructura de redes fueron las mejores formas de potenciar la inversión.

Quizás no sorprende, los proveedores de hardware de redes indicaron que las exenciones fiscales a la infraestructura de redes, junto con medidas para que el financiamiento para proyectos sea más accesible, fueron claves para elevar las inversiones en banda ancha.

La demanda de consumo por servicios de datos móviles está creciendo con rapidez en Latinoamérica y las reinversiones constantes en redes resultarán esenciales para que los operadores latinoamericanos eviten cuellos de botella y pérdidas de clientes, indicó el presidente para Latinoamérica de Ericsson (Nasdaq: ERIC), Sergio Quiroga.

Los operadores móviles invirtieron US$48.000mn en Latinoamérica entre el 2009 y el 2012, y esa cifra aumentará US$64.000mn entre el 2013 y el 2017, según un informe de la Asociación GSM (GSMA).

No obstante, la rentabilidad ha ido bajando en el mercado regional de telecomunicaciones en los últimos años como resultado de las tendencias hacia una mayor competencia, menores precios y mayor intervención regulatoria.

Esto hace más difícil para los operadores financiar inversiones en un momento en que hay constante presión por invertir en redes para abordar las limitaciones de la capacidad y los problemas en la calidad de servicio, añade el informe.