Brasil prevé menor crecimiento e inflación persistente

Brasil redujo de 2,1% a 1,6% la estimación de crecimiento para 2023 y espera que la inflación continúe causando dificultades, mientras que los analistas no descartan un panorama aún más sombrío.

En 2022, la economía se expandió 2,9%.

“La reducción de 0,49 puntos básicos para el PIB en 2023 tuvo en cuenta los indicadores económicos publicados desde la última proyección, que seguían mostrando un enfriamiento marginal y efectos rezagados más intensos de la política monetaria sobre la actividad y el mercado de créditos que los proyectados con anterioridad", indicó la Secretaría de Política Económica en su informe trimestral.

"Las perspectivas de menor liquidez en EE.UU. y en otras economías contribuyeron también a la revisión de la proyección anterior", agregó.

“Mi estimación es de una expansión del PIB de apenas 0,8% este año, porque no hay espacio para la rebaja de tasas de interés que el gobierno ha estado defendiendo en el corto plazo. Esto es culpa del gobierno, que hasta ahora no ha mostrado un plan fiscal realista que apunte a una reducir el gasto público", dijo a BNamericas Jason Vieira, economista jefe de la firma brasileña de gestión de activos Infinity Asset.

La tasa de interés es de 13,75%, pero el gobierno ha estado intentando presionar al Banco Central para que la recorte rápidamente.

Sin embargo, el gobierno subrayó que la economía recibirá el impulso de una cosecha de granos que alcanzaría niveles históricos y un sector minero más sólido, que se beneficiará de la recuperación de China.

Para 2024, el gobierno rebajó el pronóstico de crecimiento de 2,5% a 2,34%, pero lo elevó de 2,5% a 2,76% para 2025.

La inflación alcanzaría un 5,31% este año, frente a la estimación anterior de 4,60%.

De materializarse este escenario, sería el tercer año consecutivo en que la inflación supera holgadamente la meta del Banco Central, que se fijó en 3,25% este año.

“Tengo mis dudas sobre la efectividad de la estrategia que [el presidente Luiz Inácio Lula da Silva] quiere implementar. Si insiste en no imponer controles al gasto público en el primer año de su gestión, en los últimos años todavía tendrá un país con condiciones económicas difíciles y con problemas inflacionarios”, advirtió Vieira.

EFECTOS POLÍTICOS

Lula llamó a fortalecer la inversión pública para amortiguar los impactos de la política monetaria y presionó al Banco Central para que reduzca la tasa de interés. Si bien reconoció los efectos negativos de la inflación, también planteó que la ausencia de crecimiento podría elevar las tensiones sociales.

En la primera encuesta realizada desde que Lula asumió el cargo el 1 de enero, la agencia Ipec indicó que el 41% de los encuestados consideraba que la administración era "buena o excelente", mientras que a un 24% le parecía "mala o terrible" y a un 30% "regular".

El antecesor de Lula, Jair Bolsonaro, tenía una aprobación de 34% cuando asumió el cargo en 2019, mientras que Lula registró 51% al iniciar su primer mandato en 2003 y un 46% al iniciar el segundo en 2007.