Fondo chileno de hidrógeno verde estudia primeros proyectos

Un fondo chileno de hidrógeno verde podría comenzar a invertir en sus primeras iniciativas a mediados de año, según información recabada por BNamericas.

Los proyectos entrarían en la fase de construcción hacia fines de año.

La gestión del fondo de US$300 millones Green H2 está en manos del actor de capital de riesgo Genesis Ventures, que actualmente analiza una cartera de alrededor de 12 proyectos piloto en diversas etapas de desarrollo.

Las iniciativas con capacidad de electrolización de 20-100MW —y que estén bien posicionadas para celebrar acuerdos de compra con la industria local— se consideran particularmente atractivas.

Los responsables del fondo, como parte de un plan de lanzamiento, pretenden inyectar dinero en 2-3 proyectos iniciales. El objetivo global de inversiones es de 5 a 7.

La primera fase del fondo se cerró y podría invertir dinero a mediados de año, dijo José Luis Barrientos, uno de los tres socios de Genesis Ventures, los otros son Rodrigo Castro y Andrés Meirovich. Según el ejecutivo, la meta es que a fines de diciembre de 2023 también comience la construcción.

Genesis Ventures suscribió recientemente (en la foto) un acuerdo con la agencia estatal de desarrollo Corfo, en el marco del evento Chile Day celebrado en Londres. Como parte de un impulso para ayudar a impulsar el incipiente sector de hidrógeno verde del país, Corfo acordó invertir hasta US$46 millones en el fondo. El resto provendría de socios de capital limitado.

Entre los proyectos que se barajan figuran plantas autónomas de hidrógeno verde y derivados del hidrógeno verde con acuerdos de compra de electricidad, así como instalaciones de producción con centrales de energía renovable asociadas para alimentarlas directamente. También se estudian iniciativas con elementos de almacenamiento de energía.

De acuerdo con Barrientos, hay diferentes configuraciones, pero lo importante es que produzcan hidrógeno o un derivado.

La atención se centra en proyectos piloto escalables orientados a satisfacer la demanda local y con requisitos de capital de US$30 millones a US$60 millones cada uno. Los sectores o áreas en el radar de casos de uso incluyen minería, celulosa, electromovilidad, navegación y salmonicultura.

Las ruedas y los engranajes del hidrógeno verde empiezan a girar en Chile, que cuenta con una estrategia de hidrógeno verde y se ha comprometido a alcanzar la carbononeutralidad en 2050. En diciembre se echó a andar una planta piloto de e-gasolina y más de 30 proyectos, destinados tanto al mercado local como a la exportación. 

Uno de los principales atractivos de Chile es su entorno de inversión y sus numerosos recursos de energías renovables, necesarios para generar la electricidad barata y abundante que las empresas necesitarán para producir hidrógeno de bajo costo.

Los proyectos más pequeños —o más bien aquellos orientados a abastecer solo a compradores locales en la primera fase— deberían ser más rápidos de desarrollar y poner en marcha que las grandes iniciativas centradas en la exportación.