Cumbre de las Américas podría enfrentarse con Maduro

La próxima Cumbre de las Américas podría convertirse en algo más que una simple reunión diplomática.

El encuentro, que tendrá lugar en Lima el 13 y 14 de abril, convocará a líderes de los 35 miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) para analizar temas como iniciativas de infraestructura regional y lucha contra el lavado de dinero y la corrupción en el gobierno, pero esta vez los organizadores intentarán excluir a Venezuela.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha recibido críticas del Grupo de Lima, que representa a 16 países de América y el Caribe, luego de que decidiera unilateralmente convocar a elecciones generales en medio de acusaciones de fraude y abusos contra los derechos humanos.

"No puede entrar ni al cielo peruano, él no puede entrar porque no está siendo bienvenido", manifestó la presidenta del Consejo de Ministros de Perú, Mercedes Aráoz. "Ha faltado a todas las reglas de juego de ese diálogo, que ya se ha roto hace dos semanas cuando comenzó a anunciar estas elecciones. Esto ha llegado al límite cuando anunció el adelanto de las elecciones para abril. Esto es totalmente ajeno a una práctica democrática porque con ello impide que oposición pueda participar en igualdad de condiciones".

La prohibición recibió el respaldo de países como EE.UU., que exigió a Maduro consultar un nuevo calendario electoral con el Congreso local, reemplazado el año pasado por una Asamblea Constituyente controlada por el oficialismo.

"Estados Unidos celebra la firme declaración del Grupo de Lima. que rechaza la decisión unilateral del régimen venezolano de celebrar elecciones el 22 de abril", indicó en un comunicado la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert. "Nuestro hemisferio está hablando con una sola voz: las elecciones libres y justas en Venezuela deben incluir plena participación de los partidos y dirigentes políticos, un calendario electoral adecuado, observadores internacionales creíbles y una autoridad electoral independiente".

Maduro respondió asegurando que Venezuela, uno de los mayores productores mundiales de crudo, estará presente en la cumbre, a la que asistieron en el pasado los hermanos Castro de Cuba, que ocupan el poder desde 1959.

"Me van a ver, porque llueva, truene o relampaguee; por aire, tierra o mar, llegaré a la Cumbre de las Américas con la verdad de la tierra de Simón Bolívar", declaró Maduro en comentarios transmitidos desde Caracas. Agregó que la llegada de la derecha a los gobiernos del continente ha impuesto intolerancia y racismo ideológico contra Venezuela.

Los partidos políticos y los refugiados venezolanos han asegurado que organizarán manifestaciones contra la visita de Maduro. Más de 100.000 venezolanos han solicitado asilo en Perú hasta ahora, parte de los aproximadamente 2 millones que huyeron de la creciente crisis humanitaria en el atribulado país.

"Yo creo que, si tiene una pizca de dignidad, debería abstenerse, porque no es bienvenido", indicó Jorge Castillo, congresista del partido opositor APRA, que encabeza las protestas contra Maduro.

Sin embargo, poco hay que Perú o la OEA pueden hacer si Maduro insiste en acudir, según expertos legales como el exministro de Relaciones Exteriores peruano Francisco Tudela. La visita de Maduro sería una violación al protocolo, pero cumpliría su propósito de llamar la atención y tensar aún más las relaciones con los países de libre mercado en la región, advirtió Tudela al diario limeño El Comercio.

CRISIS

Venezuela, donde las protestas antigubernamentales registraron al menos 157 muertos y más de 1.000 heridos el año pasado, está luchando para hacer frente a la escasez de alimentos y medicamentos, los cortes de electricidad y agua potable, la espiral de hiperinflación y el aumento de la delincuencia.

La crisis se ha agudizado desde 2014 por efecto de la caída de los precios del crudo, que representa el 95% de los ingresos por exportación del país. Miembro de la OPEP con las mayores reservas mundiales de petróleo, Venezuela ha sufrido una contracción en la producción petrolera, que hoy se sitúa en torno a 1,9 millones de barriles diarios (Mb/d), tras bordear los 3Mb/d en 1997.

La agencia Standard & Poor's ratificó la calificación crediticia de incumplimiento soberano 'SD' para Venezuela y redujo su calificación en moneda extranjera de 'CC' a 'D'.

"La crisis económica, que incluye una contracción del PIB real, hiperinflación y una disminución de la producción de petróleo, ha socavado la capacidad de pago de la deuda soberana de Venezuela", precisa un informe de S&P. "Su disposición a pagar ha disminuido en medio del debilitamiento de sus instituciones y la actual polarización política, como demuestra su registro de impago soberano desde noviembre de 2017".

Maduro, exconductor de autobús, llegó al poder como aliado del expresidente Hugo Chávez, quien inició su revolución socialista en 1999. Maduro sucedió a Chávez tras su fallecimiento en 2013.

El mandatario venezolano insistió en seguir adelante con las elecciones y desestimó la importancia de que no participe la oposición, incluso después de que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, calificó las elecciones como "una farsa". El mandato presidencial venezolano dura siete años.

"Va a haber elecciones y va a haber un presidente electo legítimo que va a gobernar el país hasta 2025", aseguró Maduro a la agencia estatal de noticias AVN. "El pueblo va a salir por millones y millones a votar, porque en elecciones lo que importa es el pueblo".