¿Puede Meirelles elevar su perfil a tiempo para las elecciones de Brasil?

El ministro de Hacienda de Brasil, Henrique Meirelles (en la foto), se embarcó en las últimas semanas en una cruzada para aumentar su popularidad entre el público, mientras evalúa seguir los pasos de Fernando Henrique Cardoso, quien fue elegido presidente del país en 1994 después de una exitosa gestión como ministro de Hacienda.

Meirelles, exgobernador del Banco Central y expresidente de banca global de FleetBoston Financial, es conocido entre los inversionistas y empresarios a nivel local e internacional, pero son relativamente pocos los brasileños comunes y corrientes que saben algo sobre él.

Consciente de esto, en los últimos meses ha dado una serie de entrevistas exclusivas a estaciones de radio regionales y asistido a eventos en iglesias evangélicas para elevar su perfil, particularmente en las áreas más remotas y de bajos ingresos del país.

Meirelles, de 72 años, fue nombrado ministro de Hacienda en mayo de 2016, cuando Michel Temer asumió por primera vez como presidente interino durante el proceso de impeachment contra Dilma Rousseff.

Con Meirelles como ministro, la economía ha comenzado a recuperarse de la recesión que atravesó en 2015 y 2016, con tendencias a la baja en la inflación y las tasas de interés. Puede que el ministro busque ahora aprovechar su legado para convertirse en el próximo presidente del país en las elecciones de octubre. Si lo consigue, seguiría los pasos de Cardoso, más conocido como FHC, quien fue elegido presidente después del éxito de su famoso programa económico Plan Real, que introdujo una nueva moneda en el país y combatió la elevada inflación de ese entonces.

"El Plan Real produjo efectos inmediatos para la población en ese momento, ya que vieron los efectos de la drástica desaceleración de la inflación muy rápidamente. Esto hizo que la candidatura de FHC fuera inmejorable en ese momento", dijo a BNamericas Rafael Cortez, analista político de la consultora local Tendencias.

"El mandato de Meirelles, por supuesto, tiene muchos aspectos positivos que se pueden explotar; sin embargo, la percepción entre los brasileños con respecto a tales mejoras en la vida real es mucho menos clara. Por ejemplo, a pesar de ciertas mejoras, el mercado laboral sigue enfrentando un elevado nivel de desempleo y bajos salarios", señaló.

En el frente político Meirelles, quien ha dicho que decidirá para abril si postula o no, enfrenta el desafío de obtener un fuerte apoyo de las fuerzas políticas centristas.

El partido gobernante de Brasil, el MDB, uno de los mayores partidos políticos del país, sigue analizando a qué candidato apoyar, y algunos miembros incluso piden que se nomine al presidente Temer.

Además, dos nombres influyentes de otros partidos centristas concitan apoyo entre los militantes del MDB: Rodrigo Maia, presidente de la Cámara Baja y miembro del partido DEM, y Geraldo Alckmin, gobernador del estado de São Paulo y miembro del PSDB.

Solo Alckmin ha confirmado su intención de postular a la presidencia, mientras que Temer y Maia no han querido referirse a las especulaciones.

SEGURIDAD PÚBLICA EN LA AGENDA

Dados los desafíos para convencer a la población sobre las mejoras económicas a tiempo para las elecciones de octubre —y al no haber conseguido suficiente apoyo en el Congreso para aprobar una impopular reforma de pensiones que permitiera controlar la creciente deuda y gasto— la administración actual intenta imponer una agenda más enfocada en la lucha contra la delincuencia.

Una ola delictiva se ha consolidado en todo el país ya que los gobiernos estatales —afectados por problemas de liquidez— han debido reducir el gasto en seguridad, mientras que el desempleo se ha mantenido alto. La seguridad pública se ha convertido en el tema principal de los debates y la cobertura de los medios.

Como parte de esta agenda, este mes Temer dio el paso sin precedentes de confiar al Ejército la seguridad del estado de Río de Janeiro.

"El crimen organizado casi ha tomado el control del estado de Río de Janeiro", dijo el mandatario en un reciente discurso televisado para anunciar la medida.

Temer firmó también un decreto por medio del cual se crea el Ministerio de Seguridad Pública, que estará encabezado por el actual ministro de Defensa, Raul Jungmann, quien se encargará de supervisar las fuerzas de seguridad y las cárceles de todo el país.

Varios observadores creen que Temer ha tomado estas medidas para obtener apoyo público para su administración. Con un índice de aprobación inferior a 10%, tiene pocas opciones para generar respaldo, y esta podría ser su última oportunidad.

"Si tenemos una campaña electoral dominada por el debate sobre la seguridad, esto será muy problemático para una candidatura de Meirelles, ya que no es su área de especialización", indicó Cortez.

OTROS CANDIDATOS MUCHO MEJOR POSICIONADOS

A pesar de los esfuerzos del gobierno, los candidatos centristas enfrentan grandes desafíos con el electorado, según las últimas encuestas, que aún muestran al expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva como el favorito, a pesar de que un tribunal de apelaciones confirmó una condena por corrupción en su contra.

Mientras tanto, el controvertido legislador de derecha Jair Bolsonaro ocupa el segundo lugar entre los votantes, ya que se ha convertido esencialmente en un candidato enfocado en el tema de la delincuencia.

En su calidad de exmiembro de las fuerzas armadas y nacionalista religioso, la postura de Bolsonaro a favor de las armas y las duras críticas a la élite política se hacen eco de la campaña de 2016 de Donald Trump en EE.UU.

La exministra de Medio Ambiente Marina Silva, considerada menos radical, ocupa el tercer lugar de los sondeos, pero su agenda, más centrada en temas ambientales, se considera demasiado débil para obtener votos suficientes.