La relación de amor y odio entre telcos de Brasil y servicios OTT "piratas"

La tensa relación entre las empresas de telecomunicaciones y los servicios OTT puede cambiar con el tiempo y la evolución de los mercados y, a veces, con una buena dosis de ironía.

En agosto de 2015, el entonces presidente de Telefônica Brasil, Amos Genish, causó revuelo cuando calificó públicamente a WhatsApp una aplicación "pirata", en referencia al servicio de llamadas de voz por Internet (VoIP) que esta lanzó unos meses antes.

Su argumento era que WhatsApp utilizaba los números telefónicos de los consumidores, para los cuales las empresas de telecomunicaciones tienen que pagar tarifas reglamentarias anuales y mensuales para ofrecer llamadas por internet a través de las redes de los operadores.

En ese momento, Genish dijo que su compañía nunca ofrecería WhatsApp u otros servicios OTT a sus usuarios en forma de tarifa cero; es decir, sin deducirla de la franquicia de datos de los clientes.

El jueves, TIM Brasil anunció que iba a comenzar a ofrecer llamadas de voz de WhatsApp, así como una serie de otras aplicaciones, en planes de tarifa cero para sus usuarios, lo que la convierte en la primera compañía de telecomunicaciones brasileña en liberar efectivamente las llamadas de WhatsApp.

¿La ironía? Genish, que dejó Vivo de Telefónica en octubre de 2016, es ahora presidente ejecutivo de Telecom Italia, que controla TIM Brasil, la misma compañía que ahora ofrece llamadas de voz de la aplicación "pirata".

En 2015, algunos operadoras como TIM y Claro comenzaron a integrar mensajes de WhatsApp en sus planes de datos y adoptaron una postura menos agresiva hacia WhatsApp y otros servicios OTT, aunque estos operadores se sintieron perjudicados por el crecimiento de la aplicación de mensajería y se opusieron al avance constante de las compañías de internet en su territorio de telecomunicaciones, no solo por razones comerciales sino por motivos reglamentarios.

En ese momento, los operadores estaban ejerciendo una fuerte presión sobre los reguladores para crear un marco jurídico que incluyera impuestos y una definición de reglas específicas para los servicios OTT.

Las principales empresas de telecomunicaciones brasileñas estaban trabajando conjuntamente en un documento que se iba a presentar en 2015 con argumentos económicos y jurídicos contra la operación de WhatsApp en el país. Una de ellos también evaluaba presentar una demanda contra el servicio.

A fines de 2013, el exministro de Comunicaciones Paulo Bernardo causó revuelo al decir que los servicios de streaming y video a pedido como Netflix, que se encontraba en sus primeras etapas en Brasil, usaban el mercado local como una especie de "paraíso fiscal".

En esa misma línea, el entonces presidente ejecutivo de TIM Brasil, Rodrigo Abreu, pedía las mismas reglas para los mismos servicios, lema que adoptó la industria de las telecomunicaciones para exigir simetría en el tratamiento reglamentario de las compañías de internet que ofrecen servicios de telecomunicaciones.

Las agencias de telecomunicaciones y servicios audiovisuales Anatel y Ancine comenzaron a trabajar con el servicio tributario federal en el borrador de las regulaciones fiscales para los servicios OTT.

Han pasado menos de tres años desde el famoso discurso "pirata" de Genish, y nada sustancial ha sucedido en términos de impuestos para los servicios OTT en Brasil.

Lo único que parece haber evolucionado es la mentalidad de muchos representantes de la industria de telecomunicaciones, que a estas alturas podrían estar pensando que si no se puede vencer a los piratas, hay que unirse a ellos.