Ataques a Arabia Saudita plantean dilema de precios para brasileña Petrobras

El alza internacional del petróleo tras los ataques contra infraestructura petrolera saudí durante el fin de semana será una prueba difícil para la política de precios de los combustibles de la petrolera estatal brasileña, Petrobras.

Hasta ahora, la compañía no ha anunciado ajustes a los precios internos del combustible y ha sostenido que el aumento repentino podría atenuarse, ya que el impacto de los ataques sobre la producción global se analizará mejor en los próximos días.

Aunque los precios del Brent comenzaron a caer el martes por la mañana después de subir más de 20% después de los atentados, los analistas criticaron la decisión de Petrobras y plantearon que debería haber establecido un plazo específico para introducir ajustes.

"No hay condiciones políticas para aplicar grandes alzas a los precios de forma inmediata, pero la empresa podría haber sugerido una subida menor y haber dado al mercado una señal de que tratará de compensar posibles pérdidas", dijo a BNamericas el director de la consultora Centro Brasileiro de Infra Estrutura (CBIE), Adriano Pires.

Las fluctuaciones de los precios de los combustibles son un tema delicado en Brasil, que sufrió una masiva huelga de camioneros contra las alzas del diésel anunciadas en 2018, paro que causó escasez generalizada en todo el país y tuvo un impacto negativo sobre el crecimiento del PIB.

Las protestas comenzaron después de que Petrobras fuera autorizada a adaptarse a los precios internacionales con ajustes diarios.

Los analistas ven mayor probabilidad de nuevas protestas si los precios vuelven a subir rápidamente, lo que agregaría presión a un gobierno que ya enfrenta una caída en sus índices de aprobación.

Algunos critican también las declaraciones del presidente Jair Bolsonaro durante una entrevista con la televisión local la noche del lunes. En la oportunidad señaló que había hablado con el presidente ejecutivo de de Petrobras para confirmar la decisión de no aumentar los precios en este momento.

Bolsonaro también indicó que el Gobierno Federal ya redujo los impuestos a los combustibles, pero agregó que no puede pedirles a los gobernadores que hagan lo mismo con los impuestos estatales.

"Este no es un problema para el presidente, es un problema para la dirección de Petrobras y deja la impresión de interferencia política en los asuntos de la compañía", advirtió Pires.

La interferencia del gobierno en Petrobras tiende a generar severas críticas del mercado. Durante la administración de la expresidenta Dilma Rousseff, directivas políticas hicieron que la empresa vendiera combustible por debajo de los precios internacionales, lo que le causó grandes pérdidas.

Para poner fin a la huelga de camioneros, el expresidente Michel Temer decidió pagar subsidios a las distribuidoras de combustible para mantener a raya el diésel, lo que le costó al gobierno federal más de 9.000 millones de reales (US$2.200mn).

A principios de este año, un episodio de interferencia política sacudió a la empresa cuando dio pie atrás en un reajuste del precio del diésel a pedido de Bolsonaro.

La posible nueva interferencia política en forma de subsidios a los precios del combustible podría dificultar que Petrobras continúe con su plan de desinversión en activos downstream, que incluye la venta de ocho refinerías para recaudar US$26.900mn hasta 2023.

“Esto afecta la percepción de riesgo de dichos activos. Los posibles inversionistas analizarán este escenario con mucho cuidado para evaluar el apetito del gobierno por posibles intervenciones en los precios”, dijo a BNamericas Edmar Almeida, consultor especializado en hidrocarburos de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ).

Otro factor que dificulta aún más la situación actual para Petrobras es el hecho de que el mercado brasileño de combustibles no solo se ve afectado por los precios internacionales, sino también por el tipo de cambio, ya que el país importa la mayoría de los derivados del petróleo que consume. Los volúmenes importados alcanzaron 121 millones de barriles (Mb) entre enero y julio, en su mayor parte procedentes de Estados Unidos, y Brasil ha sentido el impacto de la apreciación del dólar inducida por la guerra comercial.

VENTAS DE CRUDO LIGERO

La caída de la producción en Medio Oriente podría beneficiar las ventas de crudo brasileño, ya que la menor disponibilidad del petróleo ligero saudí en el mercado internacional —predominantemente en el rango ligero de la escala API— mejoraría las perspectivas de exportación para el país sudamericano.

Aunque la producción general brasileña se encuentra en el rango medio de la escala API — unos 27,5° API—, alrededor del 37% de su producción de crudo se considera petróleo ligero.

“Arabia Saudita tiene suficientes reservas para cubrir el déficit durante la próxima semana, pero si la interrupción se extiende, sustituirlo con el tipo y calidad de crudo adecuados podría ser un problema. Además, los recortes de producción implementados por OPEP+ corresponden principalmente a crudos agrios medios y pesados", señaló Vima Jayabalan, directora de investigación de la consultora Wood Mackenzie, en un comunicado .

Asia es un mercado potencial para una mayor importación de petróleo brasileño, ya que su demanda de crudo saudí es de alrededor de 5Mb/d, casi un 72% de las exportaciones de crudo de Arabia Saudita. El consumo asiático de las variantes Arab Extra Light y Arab Light suministradas por las instalaciones afectadas por los ataques tiene una variación estacional de entre 2,5Mb/d y 2,7Mb/d.

Asia ya es un gran consumidor de la producción de Brasil y es destino de la mayor parte de sus exportaciones. Entre enero y agosto, los envíos de crudo brasileño ascendieron a 38Mt, de los cuales el 64% se envió a China y el 5% a India, principales compradores junto a Estados Unidos. En junio, Petrobras arrendó capacidad de tanqueros en el puerto chino de Qingdao, provincia de Shandong, como parte de un plan para aumentar las exportaciones de petróleo a compradores asiáticos.