Bolsonaro y Lula compiten por alianzas políticas para presidir Brasil

El presidente Jair Bolsonaro y el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, en extremos opuestos del espectro político de Brasil, se dedicaron en los primeros días después de las elecciones del 2 de octubre a prepararse para la segunda vuelta del 30 de este mes a fin de tratar de atraer el respaldo de aliados políticos.

Sus esfuerzos están dando resultados, pues ambos han obtenido el apoyo de figuras relevantes.

"Mirando el perfil de los políticos que Bolsonaro y Lula han logrado atraer hasta ahora, diría que Lula podría haber salido con un poco más de ventaja, ya que ha captado el interés de políticos de un espectro político más diverso que su actual base de apoyo”, dijo a BNamericas el analista político Lucas Fernandes, de BMJ Consultores Associados.

En el caso de Bolsonaro, quien deberá contar con el respaldo suficiente para revertir la ventaja de cinco puntos que le sacó Lula en primera vuelta, ha reforzado su campaña con gobernadores electos en varios estados importantes.

Romeu Zema y Cláudio Castro, gobernadores reelectos de los estados de Minas Gerais y Río de Janeiro, respectivamente, han declarado su apoyo a Bolsonaro, junto con el actual gobernador del estado de São Paulo, Rodrigo Garcia.

Lula también ha logrado alinear detrás de él a algunos pesos pesados de la política.

Simone Tebet, del partido de centro MDB y derrotada en la primera vuelta con el 4,2% de los votos, anunció su apoyo a Lula, junto con Ciro Gomes, del partido de centroizquierda PDT, que obtuvo el 3,0%.

"La pregunta clave es si estos candidatos derrotados realmente tienen el poder de transferir la mayoría de los votos que obtuvieron a otro candidato. Si eso sucede, el apoyo de Tebet por sí solo bastará para que Lula gane las elecciones", señaló Creomar de Souza, presidente ejecutivo de la consultora Dharma Political Risk and Strategy, en conversación con BNamericas.

Otro expresidente, Fernando Henrique Cardoso, miembro destacado e influyente del partido de centro PSDB, también dijo que respaldaría a Lula en el balotaje.

En la primera vuelta, Lula obtuvo el 48,4% de los votos, mientras que Bolsonaro recibió el 43,2%. Como ningún candidato consiguió más del 50%, deben ir a una segunda vuelta a fines de este mes.

Las encuestas arrojan que Lula es el favorito. Según un sondeo del instituto de encuestas Ipec, Lula lidera la carrera del balotaje con un 51%, mientras que Bolsonaro lo sigue con un 43%.

Los sondeos han sido criticados en Brasil. La mayoría insinuó que Lula obtendría una mayor ventaja sobre Bolsonaro e incluso iba a poder ganar directamente en la primera ronda, mientras que el resultado real fue considerablemente más estrecho.

FACTORES ECONÓMICOS

Si bien la búsqueda de aliados es un factor importante, las dos campañas también pondrán el foco en el desempeño económico de Brasil, dadas las señales positivas de los últimos meses, lo que podría beneficiar a Bolsonaro.

En los últimos meses, Brasil ha experimentado cierta deflación, lo que probablemente generará algunos efectos positivos para el actual presidente. Esta deflación obedece ante todo a la reducción temporal de los impuestos a los combustibles y la rebaja de precios impuesta por la petrolera estatal Petrobras.

Sin embargo, los precios del petróleo han vuelto a subir en los últimos días, lo que podría obligar a Petrobras a aumentar los precios en línea con el mercado internacional. No obstante, dado el momento, los analistas creen que Bolsonaro podría ejercer presión sobre la empresa para posponer cualquier aumento hasta después del 30 de octubre.

"En el ámbito económico, el presidente Bolsonaro intentará a toda costa retrasar cualquier posibilidad de subir los precios de la gasolina hasta el día de las elecciones y adelantar los bonos del programa social Auxílio Brasil en un intento por captar votantes de bajos ingresos", explicó De Souza.