Las razones tras la buena posición del crudo brasileño en el mercado

El crudo brasileño está bien posicionado para enfrentar los efectos globales de la transición energética, señaló el presidente del instituto petrolero IBP, Roberto Ardenghy.

"La perspectiva apunta a un crecimiento de las inversiones en el país debido al repunte de la producción de petróleo bajo en carbono. Nuestro producto es altamente competitivo en términos de precio y emisiones de gases de efecto invernadero", señaló Ardenghy a BNamericas en el marco de la Offshore Technology Conference en Houston.

"Cuando se analiza el proceso de transición energética, se ve que los petróleos que emitan menos gas sobrevivirán más tiempo", agregó.

El IBP representa a los principales productores, refinadores y comercializadores de petróleo y gas de Brasil.

Según la estatal Petrobras, las emisiones equivalentes de CO2 por barril de petróleo del presal, que representa casi el 80% del volumen nacional, son hasta 70% inferiores al promedio mundial.

El presidente del IBP estima que Brasil necesitará alrededor de US$30.000 millones al año para desarrollar descubrimientos conocidos para 2032.

Considerando los segmentos midstream y downstream, el gasto de capital anual bordearía los US$60.000 millones.

Las cifras podrían ser aún mayores si el país avanza con la exploración de nuevas fronteras, como el Margen Ecuatorial y la cuenca Pelotas.

Ardenghy advirtió que el país corre el riesgo de tener que importar petróleo nuevamente si no realiza nuevos descubrimientos importantes para 2032.

Destacó la importancia del producto básico para la economía brasileña, cuyas exportaciones actualmente promedian 1,5 millones de barriles diarios.

"En los primeros tres meses de 2024, el petróleo fue el principal rubro de exportación de la balanza comercial de Brasil, superando al segmento de agronegocios. En otras palabras, es un producto sumamente importante para la buena salud de las cuentas externas del país", subrayó.

REFINO

Ardenghy considera positiva la reanudación de las inversiones de Petrobras para ampliar la capacidad de refino, así como el desarrollo de proyectos privados en el área.

"Brasil no puede ser extremadamente dependiente de los combustibles importados. Hay momentos del año en que importamos alrededor del 30% del diésel y el 18% de la gasolina que consumimos. Son niveles muy altos", afirmó.

También destacó que actualmente existe una tendencia en el sector privado a desarrollar refinerías modulares.

"Se trata de plantas pequeñas, con una capacidad de procesamiento de entre 20.000b/d y 40.000b/d de petróleo para atender ciertos nichos de mercado, como el queroseno de aviación o incluso el diésel".