Estrategia del litio en Chile: "No tiene fundamentos técnicos, sino políticos"

Actuar con urgencia pidió este mes el Senado de Chile sobre la estrategia nacional del litio. Mientras países como Argentina avanzan con la construcción de nuevos proyectos, en el país se teme perder la oportunidad de los altos precios del metal blanco. 

Aún se debaten varias etapas del modelo elegido por la administración del presidente Gabriel Boric para impulsar la industria con base en un mayor control estatal y en asociaciones público-privadas para liderar los proyectos de exploración, explotación, valor agregado, desarrollo tecnológico y encadenamientos productivos. 

En la actualidad siguen operando únicamente la nacional SQM y la estadounidense Albemarle en el salar de Atacama, mediante contratos que otorga la agencia pública Corfo, cuyas cláusulas están siendo revisadas para permitir el ingreso del Estado.

Mientras tanto, empresas y gobiernos del mundo buscan asegurar sus cadenas de suministro de litio para permitir la masificación de vehículos eléctricos, esenciales para combatir la crisis climática. En la mira siempre está el potencial de Chile como segundo productor mundial y por contar con una de las mayores reservas planetarias.

Sobre estos temas, BNamericas conversó con Jaime Alee, presidente de ESK Consulting y fundador del centro de innovación del litio de la Universidad de Chile. Alee es también experto en baterías de litio y electromovilidad y miembro del directorio de Gerson Lehrman Group.

BNamericas: ¿Qué opina de la estrategia nacional del litio?      

Alee: No tiene fundamentos técnicos, sino políticos, y no será lo más positivo para generar proyectos. Sería una buena noticia si el Estado aportara algún valor al negocio, pero si aparece como un socio que solamente será una carga, sin participar en las inversiones y sin tener expertos, pero que quiere control en las compañías, no veo el sentido. En el fondo serán los privados los que extraerán, pongan el capital, el conocimiento y las tecnologías. Es seguir con lo que ya estaba, donde el Estado aporta el litio y cobra por su uso, otorga permisos, define cuotas, establece reglamentos y recibe una buena porción de las rentas, sin hacer nada. Ya sabemos lo complicado que es meter al Estado en una operación privada y comercial que tiene competencia. 

BNamericas: ¿Era conveniente cambiar el actual sistema de contratos de explotación que gestiona Corfo en el salar de Atacama?

Alee: Si uno analiza los números, el actual sistema es mucho más conveniente que una participación estatal en la operación o que Codelco sea un nuevo socio. El privado ya entrega al Estado el 50% de sus ventas. Los negocios se miden por los resultados y las utilidades que tendrá la compañía a largo plazo. Recordemos que el Estado gestiona un fondo que es público con plata de nuestros impuestos, entonces debe lograr que esa rentabilidad sea al máximo. 

BNamericas: ¿Por qué preocupa la lentitud en la formación de la estrategia? 

Alee: Está el hambre por el litio, aunque el precio que llegó el año pasado no se repetirá. El precio bajará a menos de US$10.000/t en el largo plazo. Cualquier inversionista que se proyecta en un negocio a 20 años y que recién empezará a producir en los próximos 7 años tendrá que asumirlo. El precio actual del litio solo sirve para los que ya están operando y están ganando dinero, y sobre todo para los que aumentaron su producción, como el caso de SQM que aumentó el valor de sus ventas de litio en casi 10 veces en solo 4 años, llegando a cerca de US$7.000 millones. Ahí no solo SQM se benefició, sino también el Estado que recibió el ingreso más alto de la minería producto del litio. 

BNamericas: ¿Por qué el precio del litio tenderá a la baja?

Alee: El alza en el precio del litio fue una cuestión casual el año pasado, generada por el COVID-19 y una sobredemanda ocurrida a fines de 2021. En la pandemia hubo una gran cantidad de fondos millonarios que se usaron para solucionar este problema, pero una parte fue utilizada en tecnologías verdes, como el caso de los americanos, europeos, japoneses y chinos, algo que promovió el FMI. Se entregaron subsidios para la compra y venta de vehículos eléctricos, como ocurrió en Alemania y Francia. En 2021 se había proyectado una venta de 3,5 millones de autos eléctricos y se vendió casi el doble gracias a los incentivos. Con esto los fabricantes se dieron cuenta de que faltaba litio para las enormes cantidades de baterías que se requerían, generándose un sobreprecio que se escapó y el precio spot llegó a subir 10 veces. Pero no volverá a ocurrir. Se irán ajustando los precios y se llegará a un precio razonable, aunque en el mejor de los casos podría ser el doble del costo de la producción.

BNamericas:¿Qué opina del interés de empresas extranjeras por entrar en el negocio del litio en Chile? 

Alee: Una gran cantidad quiere vender una metodología de extracción directa, ya que el Estado colocó esa condición, en vez de colocar limitaciones de tipo ambiental. Esta tecnología es nueva, y los vendedores tecnológicos han aparecido por centenas. 

BNamericas: Uno de los argumentos de la extracción directa es que aceleraría la producción respecto a las técnicas de evaporación que actualmente se usan en Chile. 

Alee: Está bien, pero eso tiene que ser evaluado técnica y económicamente por cada inversionista y no impuesto por el Estado. Obviamente, si es mejor y más barato, todos la usarán. Para qué esperar 8 años, si puedo empezar a sacar litio antes. Pero, lamentablemente esta tecnología todavía no se está usando en forma masiva, en cambio, se usa la evaporación por su bajo costo, y, además, están operando hace 40 años. 

BNamericas: El salar de Atacama tiene una de las mejores radiaciones solares del mundo y la menor pluviosidad, lo que justifica las técnicas de evaporación. ¿Cuáles serían las ventajas de cambiar la forma extractiva? 

Alee: El costo de producir 1t de litio para SQM es de US$2.000, lo que es muy bajo, y es la segunda empresa más grande del mundo en litio, tienen conocimiento y han logrado optimizar el proceso actual. [La evaporación] es una tecnología simple, pero se ha sofisticado al máximo. Adoptar una nueva tecnología tiene un costo y eventualmente puede dar un beneficio, pero no es tan directo, ni tan fácil, ni eficiente. 

BNamericas: ¿Qué opina de la tensión geopolítica por la supremacía de China en la cadena de suministro del litio?  

Alee: China busca autoabastecerse de materias primas. Les interesa garantizar su producción de largo plazo, armando un sistema logístico a nivel global. Están en su derecho. El problema está en los países donde se instalan, porque creen que van a colaborar, capacitar gente e impulsar el desarrollo. Es el cuento chino. Lo que pasa en Argentina es patético, porque están en una situación terrible, entonces aceptan cualquier cosa. Yo diría que en Argentina la moneda yuan es la que más se transa después de China. Eso es aprovecharse de la situación. 

BNamericas: EE.UU. lo ha hecho ver al tomar medidas como una ley climática que beneficiará a países que producen litio con los cuales tiene tratado de libre comercio, como Chile. ¿Podrá esta medida reducir el protagonismo de China como principal destino del litio chileno?  

Alee: Conozco bien cómo se comercializa el litio en Chile. Albemarle tiene su sede en EE.UU. y su área de investigación y desarrollo en Europa. Las decisiones se toman allá y venden en volúmenes a sus subsidiarias en todas partes del mundo. SQM, cuya matriz está en Chile, tiene un centenar de oficinas comerciales en distintas ciudades del mundo, pero sus clientes están principalmente en China y Corea del Sur. No han vendido mucho a EE.UU., cuyo principal comprador es Tesla, que está muy orientado a los precios, y cuando negocian quieren pagar a la mitad de lo que pagan los chinos, entonces las conversaciones llegan hasta ahí.  

BNamericas: Las grandes automotoras están detrás de las productoras de litio para asegurar su abastecimiento para la fabricación de baterías. 

Alee: El litio no es lo más importante, ya lo dijo Elon Musk en un foro ante inversionistas. A estas empresas les interesan las refinerías. Por ello, están apoyando con transferencia tecnológica a las plantas. Creemos que genera mucho valor el litio, pero solo representa el 5% del valor de una celda de batería, y el 1% del auto.  

BNamericas: ¿Sería conveniente que Chile invirtiera más en plantas de fabricación de baterías?

Alee: Ya se ha invertido mucho en fábricas de baterías en EE.UU., Europa y China, y son suficientes para abastecer el mercado de vehículos eléctricos, al menos, hasta 2030. Son plantas gigantescas que están empezando a producir, y todavía tienen planes de aumento. Estamos atrasados si queremos fabricar baterías de litio para la industria automotriz, que además es altamente sofisticado y complejo. En Chile no hay experiencia en esta industria. La verdad no creo que agregue valor, tampoco es tan cara la batería. Tal vez Latinoamérica pueda empezar a producir baterías en los próximos 50 años, se puede partir con negocios micros, pequeños. Los principales fabricantes de baterías del mundo ya producen las mejores baterías. 

BNamericas: En Chile Corfo firmó con BYD un acuerdo para instalar la primera planta de material catódico.

Alee: BYD es la única fabricante de autos eléctricos que comenzó como fabricante de baterías, y produce sus propias baterías. Están integrando verticalmente su industria. Les interesa participar en la explotación del litio en Chile, pero desde el punto de vista de la imagen territorial que van a obtener. Además, invertirá poco dinero acá, y el material se lo llevará a China.