Bolivia intenta devolver moneda a su sitial en medio de crisis cambiaria

El manejo de la actual crisis monetaria por parte del Gobierno boliviano es calificado a nivel nacional como un intento de evitar la dolarización y devolverle a la moneda local la importancia que tuvo entre 2005 y 2019, según la gerenta de Montt Group para Bolivia, Dayana Hevia.

Mucha gente cree que el gobierno quiere volver “a la moneda nacional como se tenía durante la época del expresidente Evo Morales, donde todo era en bolivianos y el comercio nacional hacía todos los movimientos en bolivianos”, dijo Hevia en un seminario web, respondiendo a una pregunta de BNamericas. Montt Group brinda servicios legales y de consultoría en varios países de las Américas.

La demanda de dólares se disparó en febrero debido a la creciente incertidumbre sobre los bajos niveles de reservas internacionales del Banco Central y el descenso de las exportaciones de gas.

Las autoridades culparon de la situación a los especuladores y dijeron que están trabajando en una solución.

La situación actual constituye un problema para sectores que dependen del comercio internacional, como el de infraestructura, pues se importan muchos insumos clave, comentó Hevia.

Bolivia tiene un tipo de cambio fijo de 6,96 bolivianos por dólar, régimen que el presidente Luis Arce ha sostenido que no se modificará.

“El sistema financiero está totalmente estable”, dijo Arce en una entrevista con Cadena 3 la semana pasada.

En marzo, la calificadora Fitch rebajó la calificación soberana de Bolivia de 'B+' a 'B' y cambió la perspectiva de estable a negativa, citando como razones el "agotamiento de sus colchones de liquidez externa" y las dudas sobre la capacidad de las autoridades para afrontar la crisis cambiaria.

Morales se unió al acalorado debate cambiario al indicar que el gobierno debe poner fin a sus generosos subsidios a los combustibles, calificándolos como un "cáncer" que le está costando al gobierno más de US$3.000 millones, informó el diario local La Razón.

Morales trató de eliminar los subsidios en 2010, pero las protestas contra la medida denominada gasolinazo lo obligaron a revertir el rumbo solo un mes después.