Brasil realizará audiencia pública sobre proyecto de uranio y fosfato de US$455mn

El regulador ambiental federal de Brasil, Ibama, anunció una audiencia pública vinculada al proceso de licenciamiento ambiental de un proyecto de fosfato y uranio de 2.300 millones de reales (US$455 millones) previsto para el estado nororiental de Ceará.

La audiencia sobre el proyecto Santa Quitéria, de Indústrias Nucleares do Brasil (INB) en alianza con el grupo Galvani, se realizará del 7 al 9 de junio, informó Ibama en el Diario Oficial.

Las sesiones en línea se pueden seguir aquí.

En marzo, Ibama admitió a trámite los estudios ambientales presentados por el consorcio. En diciembre, el Gobierno brasileño seleccionó a Santa Quitéria y otros seis proyectos mineros para ayudarlos con el proceso de licenciamiento.

Los esfuerzos del Poder Ejecutivo llegan en un momento en que las empresas enfrentan procedimientos de licenciamiento ambiental más estrictos.

"El escenario para la aprobación de grandes proyectos mineros es más estricto. Hay [...] demanda de una mayor participación de la sociedad", dijo a BNamericas Gizelle Andrade Tocchetto, directora de relaciones institucionales y asuntos ambientales de Sul Americana de Metais (SAM), en una entrevista reciente.

Filial brasileña del grupo chino Honbridge Holdings, SAM está esperando la aprobación ambiental para Bloque 8, su complejo de mineral de hierro de US$2.100 millones.

SANTA QUITÉRIA

Santa Quitéria se considera clave para que Brasil alcance autosuficiencia en la producción de uranio para abastecer a sus plantas nucleares y también para una mayor producción de fertilizantes.

INB y Galvani extraerán uranio y fosfato del yacimiento Itataia. Las reservas de fosfato se estiman en 8,9 millones de toneladas (Mt) y las de uranio en 80.000t. El fosfato se entregará a Galvani, que lo empleará para producir fertilizantes y forraje, mientras que INB utilizará el uranio para la elaborar de concentrado de uranio.

La producción se estima en 240.000t anuales de fosfato y 1.600t anuales de concentrado de uranio.

El atractivo del proyecto se disparó en los últimos meses con la guerra entre Rusia y Ucrania, que ha dejado en evidencia la elevada dependencia de Brasil de los fertilizantes importados.

Brasil es el cuarto mayor consumidor de fertilizantes del mundo, representa alrededor del 8% de la demanda mundial y es también el mayor importador. El país importa alrededor del 80% de todos los fertilizantes utilizados en agricultura. Rusia provee alrededor de un 25% de los fertilizantes de Brasil.

“Discutir las licencias ambientales para proyectos vinculados a fertilizantes es un tema estratégico para el país. A pesar de la gran extensión de Brasil tenemos mucho sol y mucho terreno arenoso, lo que significa que no son tierras especialmente fértiles y generan la necesidad de mucho fertilizante para nuestra agricultura, en su mayor parte importado", dijo a BNamericas José Carlos Martins, antes alto ejecutivo del grupo minero Vale y fundador de Neelix Consulting Mining & Metals. “Necesitamos reducir esta dependencia para la producción local y evaluar mejor la exploración y producción de minerales asociados a la producción de fertilizantes”.