Chile prepara programa de asistencia financiera de US$728mn para hidrógeno verde

La agencia estatal de desarrollo de Chile, Corfo, estableció un fondo de US$728 millones —monto susceptible de aumentar— para ayudar a estimular la inversión privada en proyectos de hidrógeno verde.

La iniciativa, conocida como PFCH2V, está diseñada principalmente para mitigar los riesgos financieros.

Los objetivos principales son conceder a los proyectos, a través de intermediarios financieros participantes y, eventualmente de forma directa en una fase posterior, préstamos con tasas de interés y condiciones favorables, así como garantías y líneas de crédito para el reembolso de deuda y liquidez.

Un objetivo asociado es atraer inversión privada, particularmente para proyectos operativos que se están ampliando, una fase en la que el riesgo debería ser menor y el apetito de los prestamistas comerciales mayor.

“Lo que busca la iniciativa es poder proveer mitigaciones de riesgo y minimizaciones de costo”, dijo el director de gestión de riesgo y financiamiento de Corfo, Carlos Berner, durante un seminario de finanzas organizado por la firma de comunicaciones estratégicas enfocada en energías renovables ATA Insights. “Son dos elementos centrales para poder atraer la deuda, más bien privada”, añadió.

La instalación está orientada a tres facetas principales de la industria: la producción de hidrógeno ecológico —que engloba tanto la generación de energías renovables como las instalaciones de producción—, la demanda y la fabricación de componentes como paneles solares, turbinas eólicas y electrolizadores.

Los funcionarios apuntan a lanzar el programa en el tercer trimestre del próximo año, de acuerdo con las necesidades de cierre financiero de los proyectos actualmente en trámite. “Independientemente de esto, siempre estamos abiertos a buscar alternativas de cómo podemos hacer para facilitar el cierre financiero”, indicó Berner.

Chile tiene varios gigavatios de proyectos de hidrógeno verde en la fase previa a la construcción que, a su vez, requerirán miles de millones de dólares en inversión, en general, para construirse.

En una presentación, la especialista sénior en energía del Banco Mundial, Janina Franco, manifestó que los instrumentos de mitigación de riesgos “podrían conducir a una reducción en el costo nivelado del hidrógeno verde y ayudar a Chile a lograr una exitosa entrada temprana en el mercado”.

Flavia Buitrago, asociada de project finance en las oficinas chilenas de Sumitomo Mitsui Banking Corporation, expresó que la compañía de servicios financieros ha “recibido cada vez más interés para financiar este tipo de proyectos”.

Desde el punto de vista de los bancos comerciales, dijo Buitrago, para que un proyecto se considere financiable, los funcionarios analizan tres áreas principales: perfil del patrocinador/riesgo crediticio, consumo/demanda y la estructura financiera real del proyecto.

“Lo que vemos, al igual que cualquier otro proyecto, la parte clave está en lo que es la debida diligencia de cada uno de los proyectos, basada en el análisis de la bancabilidad específicos del proyecto como también más relacionados con la industria en general”, aseveró Buitrago.

La ejecutiva agregó que la compañía ya financió componentes individuales de proyectos típicos, como granjas solares fotovoltaicas, plantas desalinizadoras, electrolizadores y obras portuarias. Para que los funcionarios puedan analizar la bancabilidad de los proyectos de hidrógeno verde en su conjunto, es decir, considerar todos los componentes juntos, “lo que acá vemos es que tiene que haber una estructura que permita agrupar todas estas infraestructuras", explicó.

El dinero de los bancos de desarrollo representa la mayor parte de PFCH2V. Un crédito de US$400 millones anunciado el miércoles por el BID forma parte del fondo, destacó Berner en respuesta a una pregunta de BNamericas.

El BID comprometió US$400 millones, el Banco Mundial US$150 millones, KfW US$110 millones y el Banco Europeo de Inversiones US$110 millones.

Chile también recibió poco más de US$17 millones en subsidios y asistencia técnica.

Cerca de US$728 millones están destinados a PFCH2V, mientras que unos US$50 millones irán a los subsidios de Corfo y la operación de la instalación y de la comisión interministerial de promoción del hidrógeno H2V.

En Chile se han anunciado más de 40 proyectos de hidrógeno verde y derivados del hidrógeno verde de múltiples configuraciones y tamaños. El país ha publicado una estrategia de hidrógeno verde y está previsto que en agosto esté lista la hoja de ruta correspondiente.

Corfo, que ofrece otros instrumentos para ayudar a acelerar la inversión, ya ejecutó un programa de subsidios para ayudar a los desarrolladores de vanguardia a cubrir los costos de adquisición de electrolizadores. El trimestre pasado, la agencia lanzó un proceso de solicitud de información dirigido a empresas interesadas en fabricar o ensamblar electrolizadores y componentes asociados. 

El montaje de los electrolizadores cerca de donde se utilizarán resulta más económico y simple que importar unidades completas, que son voluminosas, señala un informe de la Agencia Internacional de Energía.

Otra fuente de apoyo para proyectos locales es H2Uppp, un programa del Gobierno alemán diseñado para ayudar a estimular las iniciativas de hidrógeno y Power-to-X de los mercados emergentes en fases iniciales, cuando suele haber más demanda de asistencia técnica y capital en condiciones favorables.

Presentado en Chile por la unidad local de la agencia alemana de cooperación internacional Giz, H2Uppp ofrece a los proyectos que cumplan los requisitos inteligencia de mercado, apoyo en estudios, formación, desarrollo de modelos de negocio y asesoramiento financiero. Para empresas alemanas y europeas —o consorcios que involucren firmas chilenas— H2Uppp ofrece financiamiento de entre 100.000 y 2 millones de euros (US$107.798-US$2,16 millones).