Ciudad chilena exige nueva planta tras contaminación de lago

La ciudad chilena de Puerto Varas exigió la construcción de una nueva planta de tratamiento de aguas residuales, luego de que una investigación confirmara el vertimiento ilegal de desechos a las aguas del lago Llanquihue.

"Estamos en el límite, y si no lo frenamos, podemos llegar a tener un lago muerto", señaló el alcalde Ramón Bahamonde al diario El Mercurio.

Ubicada en la región sureña de Los Lagos (X), la ciudad registra cuatro puntos en donde se descargan aguas residuales de manera ilícita, según un estudio que realizó la consultora Poch, por encargo de la empresa de aguas local Essal.

La concentración de coliformes fecales en dichos puntos supera 16 veces el límite legal, de acuerdo con el estudio.

Bahamonde aseguró que la única solución es que Essal construya una nueva planta, ya que la actual no da abasto.

Por su parte, el gerente general de Essal, Hernán Köning, dijo al periódico que la raíz del problema no es la capacidad, sino que la falta de un plan maestro para aguas pluviales, que actualmente van a parar a los colectores de alcantarrillado.

Aseveró que el Estado —no las empresas de aguas— es responsable de la gestión de aguas pluviales.

La Fiscalía informó en marzo que investigaría los niveles de contaminación del lago Llanquihue, el segundo mayor del país, tras ser notificada por las autoridades locales.

En aquella oportunidad, el municipio culpó a Essal por no evitar la descarga de aguas no tratadas al lago.