Empresa hídrica bonaerense alista ambiciosas inversiones

La hídrica estatal de Buenos Aires, Aysa, planea una serie de significativas inversiones hasta diciembre de 2023, cuando finaliza el mandato del actual gobierno nacional.

Para las obras, Aysa depende en gran medida de prestamistas multilaterales.

“Tenemos un plan muy ambicioso para este año y medio”, dijo la presidenta de la compañía, Malena Galmarini, durante la convención anual de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco).

La autoridad señaló que Aysa es una de las empresas públicas con más préstamos multilaterales para garantizar que la financiación de proyectos a largo plazo no dependa de un gobierno concreto.

El mayor proyecto de construcción de este año es la primera fase de la planta de tratamiento de aguas residuales Laferrere, de US$450 millones, financiada parcialmente por el BID, indicó Galmarini. La etapa comprende el primer módulo de tratamiento, con una capacidad de 83.000l/s.

El contrato se adjudicó a una empresa de riesgo compartido formada por la firma local Decavial y China Gezhouba Group Sucursal Argentina por 6.690 millones de pesos (US$47 millones).

Mientras tanto, se espera que el sistema hídrico de US$1.200 millones Riachuelo, financiado por el Banco Mundial, esté listo en julio de 2023.

El próximo año, Aysa también continuará con la construcción del Sistema Agua Sur, que comprende la ampliación de la planta de tratamiento de US$79 millones General Belgrano y un acueducto subterráneo dividido en dos secciones por US$37 millones y US$167 millones. El banco de desarrollo de América Latina CAF entregará el financiamiento.

Aysa también licita la red primaria de agua Moreno (2.460 millones de pesos), la ampliación de la planta de tratamiento de aguas residuales Las Catonas (14.400 millones de pesos, en etapa de evaluación), la mejora de la planta de tratamiento de aguas residuales El Jagüel-módulo 1 (2.040 millones de pesos, en evaluación), y la red secundaria de alcantarillado Vetere (1.400 millones de pesos).