Descarbonización de AES Andes y almacenamiento en baterías acaparan titulares en Chile

Generadora eléctrica Chilena AES Andes anunció que la unidad 2 de su central eléctrica a carbón Ventanas, en la Región de Valparaíso, podría dejar de operar este año, conforme la empresa avanza por la carretera de la descarbonización.

El mes pasado, AES Andes desconectó por completo la unidad 1 en el marco de la estrategia de descarbonización de la empresa, según consigna en un comunicado sobre resultados del 2T22. Las dos unidades restantes en el complejo de 859MW debieran dejar de operar en enero de 2025.

AES Andes está reconfigurando su parque de generación, con el objetivo clave a mediano plazo de retirar cuatro de sus seis plantas a carbón en Chile para fines de 2025. Esto dejaría a la empresa con 826MW de capacidad a carbón, frente a los 3,02GW de 2017, y correspondiente a las plantas locales Norgener (276MW) y Cochrane (550MW).

Chile trabaja para sacar de circulación su flota de 28 plantas a carbón. El calendario actual, basado en un acuerdo no vinculante entre generadoras y el gobierno, apunta al retiro total para 2040. Sin embargo, las autoridades evalúan la posibilidad de adelantar dicho plazo a 2030, mientras que algunos legisladores propusieron una fecha límite de 2025.

En este contexto, AES Andes, que también tiene activos en Argentina (643MW en ciclo combinado) y Colombia (1,10GW en hidroeléctrica y solar), está construyendo su parque de energías renovables. Un objetivo principal es aumentar la capacidad verde instalada a 4,15GW para fines de 2025, de 1,37GW en 2017, llevando la capacidad total a 5,6GW. La capacidad instalada actual ronda los 5GW, con cerca de 3,3GW correspondientes a Chile, según una presentación a inversionistas de junio.

El gasto de capital asociado es de US$2.400 millones, de los cuales US$1.500 millones están programados para implementarse hasta 2025.

La compañía tiene 884MW en proyectos de energías renovables en construcción, así como una cartera contratada de 967MW para 2024-2025, que comprende San Matías (Chile, 73MW eólicos), JK 1&2 (Colombia, 264MW eólicos), Andes Solar III (Chile, 186MW solares, 186MW de almacenamiento en baterías de cinco horas) y Rinconada (Chile, 258MW eólicos), según la presentación.

Además de esto, AES Andes tiene 2,84GW de capacidad no contratada en desarrollo (2,02GW eólicas, 600MW solares y 200MW de almacenamiento en baterías).

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La Comisión Nacional de Energía (CNE) describió los beneficios de incorporar un proyecto planificado de almacenamiento de energía a la red.

CNE incluyó el proyecto de almacenamiento de US$211 millones en su plan de expansión de transmisión para 2021, que contempla 41 iniciativas, con un precio de referencia combinado de US$547 millones.

El proyecto consiste en incorporar capacidad de almacenamiento a las subestaciones Lo Aguirre y Parinas, en las Regiones Metropolitana de Santiago y Antofagasta, respectivamente, para controlar el flujo de energía en las líneas de 500kV que las conectan.

“Esta tecnología también reforzaría el control de tensión en el sistema, otorgando mayor seguridad frente al retiro de centrales a carbón y a la incorporación de energías renovables, siendo un paso hacia la descarbonización de la matriz energética”, explicó en un comunicado el secretario ejecutivo subrogante de CNE, Marco Antonio Mancilla, en referencia que la obra tendría un impacto positivo en la red.

El proyecto también impulsaría la flexibilidad del sistema y respaldaría la capacidad de reacción ante contingencias, además de proporcionar una base para los esfuerzos de descongestión de la red, agregó.

El almacenamiento de energía se ha convertido en un tema clave en Chile en momentos en que el país amplía su flota de plantas solares y eólicas y crece la demanda de soluciones rentables y limpias, como el almacenamiento, que ayuden a mitigar su intermitencia.

Las instalaciones de almacenamiento deberán tener una capacidad mínima, en cada subestación, de 500MVA/125MWh, según un informe preliminar emitido por CNE.

Los detalles de los proyectos se divulgarán en los documentos licitatorios. Los pasos posteriores incluyen la emisión de los decretos de expansión asociados y la obtención de los permisos ambientales.

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