Industria mexicana celebra eliminación de aranceles sobre el aluminio importado

El Gobierno de México eliminó un arancel temporal sobre las importaciones de aluminio desde países con los que no existe tratado comercial firmado a fin de evitar el desabastecimiento del mercado.

La decisión fue bien recibida por la industria local.

La Secretaría de Economía excluyó al aluminio sin alear y a las aleaciones de aluminio de un decreto anterior publicado el 22 de abril, en el que aplicaba aranceles de 35% y 20% a estas mercancías, respectivamente.

Según la secretaría, la eliminación de los aranceles está justificada, ya que actualmente no hay producción nacional de aluminio en bruto primario (aleado y sin alear), y la disponibilidad de estas variantes en países con los que México tiene tratado internacional comercial es insuficiente para abastecer a las industrias automotriz, de autopartes y electrónica, entre otras.

Por esta razón, resulta necesario suprimir las fracciones arancelarias 7601.10.02 y 7601.20.02 del decreto previo “con la finalidad de evitar una afectación al funcionamiento de la cadena de suministro de dichas industrias”.

En un comunicado, la cámara mexicana de la industria del aluminio, Canalum, agradeció a la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, “por su sensibilidad para atender esta solicitud, considerando las capacidades y necesidades de las empresas mexicanas y manteniendo la competitividad de cadenas de valor fundamentales para la industria nacional”.

“Agradecemos por su confianza, paciencia y mesura a nuestros afiliados y, en general, a todas las empresas que día a día respaldan a Canalum y confían en el trabajo que se lleva a cabo para representar, promover y proteger a la industria, manteniendo condiciones justas para el desarrollo de nuestro sector”, declaró en el comunicado el presidente de Canalum, Julio Martínez Rivas.

En el decreto publicado en el Diario Oficial en abril, México impuso aranceles temporales de entre 5% y 50% a la importación de 544 clasificaciones de fracciones arancelarias para aprovechar las ventajas del nearshoring y evitar prácticas desleales de comercio.