Inversionistas esperan que Bolsonaro se centre en reforma de pensiones

Luego de jurar como presidente de Brasil el martes, Jair Bolsonaro buscará impulsar la economía de la nación más grande de América Latina y equilibrar los libros del gobierno. Para ese fin, su primera orden del día podría ser una importante reforma de pensiones para reducir el gasto fiscal.

"Todo tipo de inversionistas, los que buscan acciones y los que buscan proyectos de infraestructura, esperarán la aprobación de la reforma de pensiones antes de seguir adelante con las inversiones relevantes en Brasil", dijo a BNamericas Paulo Petrassi, socio de la firma de gestión de activos Leme Investimentos.

"Si el gobierno logra aprobarla, veremos un círculo virtuoso en el país en todas las áreas", sostuvo.

Impulsar la reforma a través del Congreso no será fácil, ya que requiere cambios en la Constitución, lo que significa que necesita el respaldo de 308 de los 513 diputados.

Pero existen fuertes incentivos para que Bolsonaro gaste su capital político en una impopular reforma que aumenta la edad de jubilación y que no pudo aprobarse en el gobierno de su antecesor, Michel Temer.

"Hay unos US$100.000mn en los bolsillos de fondos de inversión globales para invertirse en Brasil, y solo esperan la aprobación de la reforma", señaló a BNamericas Marcelo Noronha, vicepresidente del banco local Bradesco y jefe de la división de banca de inversión Bradesco BBI.

"Cuando se apruebe, esta enorme cantidad de efectivo llegará rápidamente", afirmó.

BOLSONARO INICIA SU MANDATO

Unos 12.000 agentes de las fuerzas armadas, junto con oficiales de la policía estatal y federal, patrullaron la ceremonia de investidura en Brasilia, a la que asistieron 115.000 personas, entre ellas el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

Bolsonaro fue elegido presidente en octubre después de vencer al candidato del izquierdista Partido de los Trabajadores, Fernando Haddad, en segunda vuelta. Durante la campaña, Bolsonaro, político pro mercado con opiniones extremistas sobre las dictaduras, los homosexuales y la posesión de armas, sufrió un intento de asesinato que lo obligó a someterse a varias operaciones y pasar semanas en el hospital.

En su discurso inaugural, el flamante presidente reiteró las promesas de campaña de reducir la burocracia gubernamental y el déficit fiscal mediante reformas.

"Brasil necesita encontrar el equilibrio fiscal. Para luchar contra el déficit primario, necesitamos reformar el sistema de pensiones y pensar en un cambio en la estructura tributaria", señaló.

Bolsonaro dijo durante la campaña que Brasil necesitaba bajar los impuestos corporativos.

Brasil disfrutó de años de expansión económica bajo Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011), el expresidente que ahora cumple una pena de cárcel por corrupción, cuando el crecimiento fue impulsado por el auge mundial de los commodities y el país fue considerado una estrella entre los mercados emergentes. Esto y ser miembro del bloque BRICS generó orgullo entre muchos brasileños.

Sin embargo, bajo la siguiente administración petista de Dilma Rousseff, el país atravesó una de sus peores recesiones. La reputación del partido de izquierda se vio afectada también por el escándalo de corrupción Lava Jato. Rousseff fue destituida posteriormente por violar las leyes presupuestarias del país y el entonces vicepresidente Temer asumió la presidencia a mediados de 2016.