Perú empieza a mostrar señales de recuperación económica

Señales de repunte económico comienzan a aparecer en Perú, después de la contracción de 0,55% registrada en 2023.

Este año arrancó con una mejora en indicadores clave, como la inversión privada y el consumo de cemento, cifra que refleja la construcción en el sector privado.

El centro de estudios Instituto Peruano de Economía (IPE) estima que en enero la inversión privada creció 8,4% frente al mismo mes del año pasado, mientras que, según la Asociación de Productores de Cemento (Asocem), el consumo de cemento habría repuntado 9%.

De acuerdo con IPE, el aumento de la inversión privada es un buen augurio para dejar atrás en el primer trimestre de 2023 seis trimestres de caídas consecutivas, mientras que el dato del cemento surge tras 16 meses de declive.

Para el canadiense Scotiabank, las cifras de enero marcan un punto de inflexión en el actual contexto recesivo, pero las proyecciones para los siguientes meses son dispares.

“En enero se registraría un crecimiento inferior al promedio del 1T24, pues todavía se observaría el impacto negativo del sector pesca […] En febrero se registrará la tasa de expansión más alta, porque ya se habrá diluido dicho efecto y, al ser un año bisiesto, habrá un día más de producción. En marzo sí habrá un menor crecimiento por los feriados de Semana Santa, que en el 2023 ocurrieron en abril”, indica el banco en un reporte.

Scotiabank estima que el PIB crecerá 1,5% en el 1T24 y 2,7% en el año completo.

MEJORAS

Investigadores del Banco de Crédito (BCP), el más grande de Perú, coinciden con las predicciones de recuperación económica. De acuerdo con la entidad, la demanda de electricidad creció 5,2% en febrero frente al mismo mes de 2023, por sobre el salto de 3,9% observado en enero. La institución señala que, dado que los gobiernos locales y regionales entran ya en su segundo año de mandato, la inversión pública se disparó 128% en enero, luego de crecer 13,6% en diciembre.

Si bien la amenaza del fenómeno de El Niño ya no es tan palpable como se esperaba a mediados del 2023, sigue siendo un factor que podría condicionar el crecimiento. Por el momento, la ausencia de protestas y un clima social más estable se ven como señales positivas.

Esto debiera beneficiar al sector minero. Si bien Scotiabank considera optimista la proyección de inversión minera de US$5.400 millones para 2024 emitida por el Ministerio de Energía y Minas, el banco espera que el monto ronde los US$5.000 millones.

“Al sector le va a favorecer no solo la baja base del año anterior, sino también que este año empezaría la construcción de proyectos mayoritariamente brownfield [...]Los precios de metales como oro y cobre que proyectamos para este año y el 2025 están en niveles que normalmente promoverían la inversión minera”, indica el informe.