Chile mira a Suecia como referente de RSE

A fines del mes pasado, el ministro de Economía de Chile, Pablo Longueira, suscribió un memorando de entendimiento con la titular del Ministerio de Comercio de Suecia, Ewa Björling, en el cual este último país colaborará con la nación latinoamericana en el desarrollo del concepto de responsabilidad social empresarial (RSE).

La idea, según Longueira, es presentar una propuesta sobre responsabilidad social al presidente Sebastián Piñera hacia fines de año. Sin embargo, ¿por qué enfocarse en Suecia? Las dos naciones parecen estar a años luz de distancia: el país europeo tiene una población de 9,1 millones, el promedio de edad es de 42,2 años y el PIB per cápita llega a US$40.700, de acuerdo con la publicación CIA Factbook. Comparativamente hablando, Chile tiene una población de 17 millones, una edad promedio de 32,8 años y un PIB per cápita de US$17.400.

Los observadores del mercado tienden a referirse a Suecia como un caso exitoso de RSE, gracias en gran medida a que el gobierno desempeña una función activa en la coordinación de las políticas de RSE y en la integración de estas en estrategias comerciales y de política exterior.

Por ejemplo, según la encuesta KPMG International Corporate Responsibility Reporting Survey 2011, Suecia es un país líder en lo que se refiere a iniciativas de responsabilidad social empresarial, ya que el 72% de sus 100 principales compañías presenta informes sobre este aspecto. Otro ranking —el Índice de Competitividad Responsable de AccountAbility— ubica a Suecia en el primer lugar entre 108 países en relación con su desempeño en la promoción de prácticas empresariales responsables.

El Gobierno sueco fue el primero en el mundo en exigir a las empresas estatales que publicaran informes de sostenibilidad, basados en los lineamientos de la Iniciativa para la Información Mundial (GRI). Al adoptar esta medida, parece estar dando el ejemplo al país con miras a motivar a las firmas del sector privado para que se concentren en la sostenibilidad, y a fomentar al sector privado para que siga las directrices propuestas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a las compañías multinacionales y aplique los 10 principios respecto a los derechos humanos, derechos de los trabajadores, responsabilidad ambiental y anticorrupción del Pacto Mundial de la ONU.

Al aumentar su enfoque en la RSE, el país fue el primero en establecer, en el 2002, una entidad gubernamental para coordinar la responsabilidad empresarial. Bajo el alero del Ministerio de Relaciones Exteriores, se formó la unidad de Responsabilidad Global.

Suecia cuenta con el reconocimiento internacional de ir a la vanguardia en igualdad de género en el lugar de trabajo, en la lucha contra el cambio climático y en el fomento del desarrollo de "tecnologías limpias", concepto que abarca innovaciones que reducen las emisiones o el consumo de energía. Asimismo, esto ha derivado en que las firmas nacionales exporten a otros países técnicas no nocivas con el medio ambiente, en especial en lo que se refiere a producción industrial. Con frecuencia, las firmas suecas —de la talla de Electrolux, H&M, Atlas Copco y SCA— han liderado la lista mundial de empresas social y ambientalmente responsables.

"Queremos que las compañías chilenas sean más responsables socialmente desde la perspectiva de relacionarse de mejor forma con sus comunidades, trabajadores, y también respetando el medio ambiente", señaló el ministro Longueira de Chile. El memorando de entendimiento suscrito con Suecia debiera brindar una buena idea de qué dirección desea seguir el Gobierno chileno.