Captación de aguas lluvia como opción ante crisis hídrica de Ciudad de México

Expertos coinciden en que Ciudad de México necesita nuevas políticas, inversiones y medidas para resolver la peor crisis hídrica de la capital, y un método para captar aguas lluvia parece ser una de las soluciones más factibles.

“Cosechar agua de lluvia ofrece una solución sencilla, práctica, probada y no costosa, que pudiera proveer de agua hasta por seis meses en espacios como viviendas y escuelas”, dijo a BNamericas Eduardo Vázquez, director ejecutivo del fondo capitalino Agua Capital.

“La cosecha de agua de lluvia es una de estas opciones, viable y necesaria. Cada año, durante los meses de mayo a octubre, miles de millones de litros de agua se van por el drenaje y, lo que es peor, provocan graves inundaciones. Se desperdician", agregó.

Según el experto, cuya organización advirtió por última vez a las autoridades sobre las consecuencias de no abordar la crisis hídrica de la ciudad en diciembre, el fondo ayudó a diseñar un programa junto a la ONG Isla Urbana para implementar la infraestructura necesaria que capte agua en diferentes puntos de la ciudad.

Bajo la alcaldía de Claudia Sheinbaum, el gobierno capitalino inició un programa para instalar sistemas de recolección de aguas pluviales en los hogares, proporcionando el 50% del financiamiento para infraestructura.

Según el manual de 2021 que publicó la Secretaría de Medio Ambiente de Ciudad de México en diciembre, este año 477 barrios de 8 municipios se beneficiarán del programa Cosecha de Lluvia.

La ciudad aprobó 200 millones de pesos (casi US$10mn) para subsidiar los sistemas este año, la misma cantidad asignada al programa en 2020 y 2019.

CRISIS HÍDRICA 

En un foro internacional organizado por Naciones Unidas el 18 de marzo, Sheinbaum reconoció los problemas hídricos que enfrenta la ciudad, especialmente en los barrios más pobres de la zona urbana.

La alcaldesa mencionó tres obstáculos. El primero es la infraestructura obsoleta y dañada, responsable de las fugas que provocan la pérdida de hasta el 50% del agua en algunos lugares; el segundo es la sobreexplotación de los acuíferos, vinculado a problemas de hundimiento del suelo; y el tercero son los efectos adversos del cambio climático.

“Sabemos que en algún punto el tema del agua va llegar a un colapso, a una crisis que obedece a muchos factores, uno de ellos es evidentemente la concentración o el aumento de la densidad demográfica”, dijo a BNamericas Anaid Velasco, investigadora del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda).

Velasco dijo que la infraestructura capitalina necesita urgentemente una modernización, dado que las fugas de la red hídrica Lerma-Cutzamala son un grave problema, especialmente cuando ciertos municipios están sufriendo cortes de servicio.

Sin embargo, durante la temporada de lluvias, cuando estas pueden durar hasta 90 días, esa agua se desperdicia porque el sistema carece de infraestructura para almacenarla, comentó.

La autoridad Conagua informó a principios de marzo que el sistema de distribución Lerma-Cutzamala, que suministra más del 30% del agua en el valle de México, había alcanzado niveles históricamente bajos. Otro 12% proviene de manantiales sobreexplotados y el 58%, del acuífero del sistema.

Conagua señaló que en ese momento los tres principales embalses del sistema se encontraban en 51,8%, el nivel más bajo en dos décadas y un 23% por debajo de lo reportado durante el mismo mes de 2019.

Este problema se relaciona principalmente con la falta de lluvias, que a su vez está vinculada al calentamiento global, dijo Vázquez.

“Esto no es un asunto menor. Los alcances de esta sequía no se veían desde hace más de 15 años y, con ello, millones de personas de múltiples municipios del estado de México y alcaldías de Ciudad de México han estado sufriendo de un menor suministro de agua”, comentó, refiriéndose a los cortes de servicio que el gobierno local anunció en marzo.

Ciudad de México, con casi 9 millones de habitantes, requiere alrededor de 2,7 millones de metros cúbicos de agua al día, o unos 31.000 litros por segundo, dijo Vázquez, que citó cifras oficiales.