¿La expansión de capacidad podría aliviar la congestión de las líneas de transmisión chilenas?

Las empresas chilenas ven gran potencial para expandir la capacidad de sus línea de transmisión a través de avances tecnológicos.

Alejandro Cascante, gerente de proyectos de ISA Interchile, unidad local del grupo colombiano de transmisión Interconexión Eléctrica SA, señaló en un seminario web organizado por la empresa que ha estado conversando con las autoridades sobre las expansiones de la línea.

El principal activo de ISA en Chile, la línea Cardones-Polpaico, es un enlace de US$1.200 millones que conecta las regiones norte y centro. Según Cascante, podría prácticamente duplicar su capacidad a una fracción del tiempo y costo que requeriría una nueva línea paralela.

La rapidez de la expansión de transmisión es un tema candente en Chile. En la actualidad, un proyecto de transmisión de gran escala se ejecuta en un plazo de 8 a 10 años desde el momento en que se incorpora a los planes de expansión de transmisión de la Comisión Nacional de Energía (CNE) hasta su puesta en servicio.

La rápida expansión de la generación renovable, concentrada principalmente en la zona norte, ha causado que la capacidad de generación exceda por lejos la de transmisión. Por ejemplo, Cardones-Polpaico, que originalmente debía otorgar un margen de holgura a la interconexión entre el norte y el centro de Chile, estaba operando casi a plena capacidad en 2019, el mismo año en que entró en operaciones.

La construcción de líneas de transmisión es un proceso lento por muchas razones: los proyectos deben ser considerados y aprobados por las autoridades reguladoras, y además requieren muchos permisos y estudios por atravesar numerosas propiedades. También toman mucho tiempo en construir, ya que abarcan grandes extensiones de territorio y a menudo generan problemas con comunidades locales por perturbar el paisaje.

Muchos de estos problemas podrían evitarse repotenciando líneas existentes, señala Cascante. "Estamos viendo la necesidad de generar proyectos en un plazo corto, de unos tres a cuatro años, básicamente", precisó. "Tomamos la misma línea de transmisión que ya está construida, que pasó por todo este proceso de gestión, y le aplicamos la tecnología electrónica de potencia para permitir que la línea pueda transmitir más".

Cascante añadió que los compromisos de las empresas y autoridades privadas son urgentes, ya que el sistema podría comenzar a sufrir nuevos problemas de congestión en dos o tres años, considerando la cantidad de proyectos que podrían ponerse en marcha.

Del mismo modo, Andrés Kuhlmann, gerente general de Transelec, a dijo recientemente a BNamericas que el país necesitaba actualizar su plan de expansión de transmisión para absorber mejor los proyectos renovables, que ingresan a operaciones más rápido que otras tecnologías.