Obstáculos regulatorios sofocan potencial de etanol de México, advierten especialistas

Dos expertos latinoamericanos en biocombustibles destacaron el considerable potencial de México para producir etanol, pero también identificaron deficiencias en el marco regulatorio, en particular la ausencia de una cuota obligatoria de etanol en la mezcla de combustible, que estaría impidiendo su avance.

México cumple con tres criterios fundamentales para impulsar la producción de biocombustibles, señaló Agustín Torroba, especialista internacional en biocombustibles del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), con sede en Costa Rica, durante una videoconferencia con un selecto grupo de reporteros luego de su participación en el evento Global Ethanol Summit en Washington, D.C. Organizado por el Consejo de Granos de EE.UU., la conferencia se llevó a cabo del 16 al 18 de octubre.

"México […] tiene metas medioambientales que cumplir, es importador de gasolina y de petróleo, a pesar de ser productor, y tiene una gran cantidad de materia prima que exporta sin demasiado agregado de valor. Me refiero a derivados de caña de azúcar que podría industrializar para producir etanol", explicó.

Actualmente, el IICA está actualizando su Atlas de Biocombustibles Líquidos, que brinda una visión general de la situación de los biocombustibles en cada país a fines de 2022. En el atlas, México destaca como una de las pocas naciones que no ha impuesto cuotas obligatorias específicas de etanol para sus combustibles.

Las autoridades mexicanas se han negado a revisar las especificaciones de calidad de los combustibles como establecen las normas locales desde 2018 y han mantenido inalterada una regulación obsoleta que permite un contenido de etanol en el combustible de apenas 5,8%.

En 2020, la Corte Suprema de México falló en contra de una enmienda regulatoria que habría permitido aumentar la cuota de etanol en la gasolina a un 10% y, el año pasado, el regulador de energía CRE, encargado de modificar estos estándares, decidió no abordar el asunto, aunque todavía podría revisarlo este año.

Según Rodrigo Cardenal, titular de la asociación nacional de la industria de caña de azúcar de Panamá, quien también participó en la videoconferencia, México podría aprovechar el fenómeno del nearshoring y el crecimiento de su sector automotor para adoptar mayores porcentajes de etanol en las mezclas de combustible.

También destacó la importancia de un marco regulatorio flexible para facilitar estas inversiones, dada la disponibilidad de fondos, financiamiento, experiencia y equipos, con socios expertos y listos para brindar orientación.

"México tiene una ventaja única, porque ya produce dos de las principales fuentes de etanol: caña de azúcar y maíz. Es un activo importante", indicó Cardenal, que recalcó además que Panamá depende totalmente de las importaciones de combustible, gas natural y carbón, y carece de producción local de estos recursos.

En enero de 2023, el presidente panameño, Laurentino Cortizo, promulgó una legislación de biocombustibles que incorpora un mandato para la mezcla de etanol y dispone que la gasolina deberá contener al menos un 5% de etanol para abril de 2024, proporción que se elevaría a 10% en abril de 2026.

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