Fiscalía guatemalteca se queda sin tiempo para impedir toma de posesión de Arévalo

Los intentos de la Fiscalía guatemalteca por impedir que el presidente electo Bernardo Arévalo tome posesión de su cargo en enero tienen pocas probabilidades de prosperar, según un analista.

El país sigue atravesando una accidentada transición del poder caracterizada por las acciones legales contra Arévalo y su partido de centro-izquierda Semilla, cuya disolución ordenó un juez. Los fiscales alegan que el registro electoral del partido no cumplía las normas y, por tanto, debía anularse.

Durante la segunda semana de noviembre, Arévalo dijo que su investidura es “inevitable” aunque los fiscales no se lo pondrán fácil.

"Sabemos que no nos la van a hacer fácil, van a seguir usando cualquier medio, construyendo casos, tratando de obstaculizar, pero la toma de posesión el 14 de enero es inevitable", señaló durante una visita a EE.UU., según el diario Prensa Libre.

Se espera que los ataques continúen, pero el tiempo podría no estar del lado de los fiscales.

“Hay ciertamente un intento [de impedir que Arévalo asuma el cargo] pero estamos a nueve semanas de la toma de poder. Si la línea fuera para proceder con la suspensión y cancelación del movimiento semilla, intentar impugnar el derecho del movimiento y del presidente a asumir, los plazos no les dan porque hay una serie de plazos de impugnación”, explicó a BNamericas el analista político radicado en Guatemala Eduardo Núñez.

Arévalo, quien ganó la segunda vuelta presidencial de agosto con el 61% de los votos, afirma que los intentos de impedir que asuma el cargo son un esfuerzo coordinado liderado por el mandatario Alejandro Giammattei, relacionado con la promesa del presidente electo de tomar medidas drásticas contra la corrupción.

Una segunda opción para los fiscales sería intentar destituir al Tribunal Supremo Electoral, pero eso implica una investigación del Congreso y una votación que no parece probable antes de que finalice el período legislativo.

Además, el Parlamento debe elegir a los 13 nuevos miembros de la Corte Suprema antes del 15 de diciembre, una decisión que se viene retrasando desde 2019.

“Yo veo poco espacio temporal para que estas acciones que buscan impedir, limitar o generar incertidumbre en torno. A la transición del poder puedan tener éxito, pero aun así esas acciones posiblemente escalen, y sigan generando incertidumbre”, manifestó Núñez.

Se han producido varias protestas en todo el país exigiendo la dimisión de la fiscal general, Consuelo Porras, una dimisión que Arévalo ha dicho que también pedirá. Estas manifestaciones, encabezadas por organizaciones agrarias, han ralentizado el proceso judicial contra Arévalo y su partido.

No obstante, la disolución de Semilla sigue estando en el tapete, pero no impediría a Arévalo ni a los legisladores del partido tomar posesión de sus cargos.

“Va a depender de cuál vía de impugnación siga el movimiento semilla, si sigue la vía ordinaria pareciera muy poco probable que el proceso de suspensión pudiera ser revertido. Si sigue la vía electoral, podría haber espacio para que la suspensión quede en suspenso y eventualmente lo que corresponde es abrir un proceso de investigación en el marco del procedimiento establecido en la ley electoral y de partidos”, advirtió Núñez.

En la imagen: Arévalo durante el aniversario de la Revolución Guatemalteca.